

Aunque pueda parecer que no tiene demasiada importancia, las consecuencias de la respiración bucal van desde cambios físicos a nivel de boca (alteraciones del paladar, de los dientes y la mandíbula), de cara (asimetría facial), de postura general (ya que se altera el centro del equilibrio corporal) e incluso dificultades de sueño (terrores nocturnos, hiperventilación, ronquidos e insomnio) que pueden acarrear problemas de aprendizaje.


Es muy importante por tanto, que los niños aprendan a sonarse bien los mocos para tener la vía nasal despejada, por lo que estamos practicando el soplo nasal en las aulas con imágenes con cortinillas de papel, confeti, bolitas de papel de seda...
Todo lo que podáis hacer en casa para reforzar este aprendizaje, les vendrá a los peques de maravilla.
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